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domingo, 1 de diciembre de 2013

Crímenes comunistas en El Salvador: la agresión del Fmln.

La década de los setenta sirvió  a la izquierda para crear y desarrollar los primeros grupos armados, que aunque con acciones y esfuerzos aislados de reñida competencia, median sus potencialidades y arrastre revolucionario y se demostraban a si mismos la factibilidad de implementar la lucha armada tendiente a alcanzar el poder político nacional. Cada organización creció cualitativa y cuantitativamente, logrando establecer sus diferentes frentes políticos, militar y de masas, que además de proveer de militantes, presionaba por cambios políticos y socio-económicos. Sin embargo, la disparidad ideológica convirtió este periodo en una época de continuos desaciertos y pugnas intergrupales, que no les permitían conducir la lucha hacia una insurrección victoriosa.

Separadas las organizaciones, también se imposibilitaba la planificación y coordinación de las acciones armadas de forma acertada, que condujesen al poder. Aunque cada grupo tuviese propios planes subversivos, obviamente, solo la unión de fuerzas permitiría aminorar las pugnas hegemónicas y alcanzar el objetivo común. De ahí que algunas organizaciones se encaminaran a la conformación de una coordinadora política militar (CPM) que se fundo el 17 de diciembre de 1979. En esta alianza tripartita participaron la Resistencia Nacional (RN), el Partido Comunista Salvadoreño (PCS), y las Fuerzas Populares de Liberación (FPL).

Alardeando de poseer una iniciativa enteramente localista, el Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP) no quiso unirse por considerar a la CPM bajo influencia extranjera o mejor dicho, cubana. Pero según los “apuntes sobre la historia de la RN-Farn”, las demás facciones no la incluyeron por divergencias en la concepción militar y de masas, y porque desaprobaban el ajusticiamiento que el ERP hiciera del poeta Roque Dalton, del que exigían una aclaración publica. Por otra parte, Cuba consideraba que las tres organizaciones antes mencionadas eran las más consecuentes con sus intereses, no así el ERP, que se había proclamado anticubano.

Pero la CPM era una alianza de cuadros político-militares, incapaz de encaminarse, por si sola, hacia la toma del poder, por lo tanto, era necesario crear otro tipo de unión con carácter puramente militar, con mayor cohesión y uniformidad. Las FPL constituían un factor clave para ese propósito por su gran número de adeptos, pero, se oponían a una integración, especialmente por las divergencias hegemónicas con el ERP, un grupo de semi burgueses. El 9 de enero de 1980, Cuba, o menor dicho Fidel Castro, tuvo que intervenir y presionar a Salvador Cayetano Carpio (comandante Marcial) de las FPL para que aceptara la unificación. Era una cuestión de conveniencia, en vista que el dinero proveniente de los secuestros se tornaba insuficiente para cubrir las necesidades de las acciones insurgentes.

Marcial continuaba reacio y conservaba, además, una fuerte y prolongada rivalidad de casi 20 años con Shafick Handal, fundamentada en la hegemonía y dirección del PCS, la organización de masas y la creación de un ejercito popular. En este último aspecto, se encontraba el meollo del problema pues si se deseaba “armar al pueblo”, se debía asegurar, en alguna parte, el apoyo logístico, y Cuba no lo daría a grupos separados, sino a condición de que se crease un movimiento de liberación unificado, es decir, que en sustitución de la CPM, crearan la dirección revolucionaria unificada (DRU), y dejaran de lado las divergencias. Solo entonces, el gobierno castrista se comprometería a proporcionar, a través de Nicaragua, la ayuda económica y logística proveniente del bloque comunista. Marcial tuvo que acceder.

Condicionados de tal manera, el PCS, que había sido el principal impulsor de la unidad tanto a nivel nacional como internacional, también tuvo que dejar de lado la lucha electoral y empezar a organizar sus unidades armadas, algo que jamás había hecho, pues aunque tenia armas, carecía de línea operativa, lo que obligaba a una readecuación en la mentalidad y el tipo de lucha. La RN también acepto la propuesta, aunque persistía en su oposición a que se incorporara el ERP. El 22 de mayo de 1980, como antecedente de aglutinamiento total, cuatro organizaciones armadas acuerdan formar la DRU, para coordinar la estrategia y supervisar las actividades conjuntas.

La DRU cumplía los requisitos aparentes de unidad de las acciones armadas, pero cada organización insistía en mantener su propio liderazgo y estrategias que imposibilitaban un trabajo eficaz. Castro continúo las presiones para una verdadera unión y dirección, pero esto presentaba otro obstáculo, Ernesto Jovel, jefe militar de la RN, no aceptaba supeditarse al mando de otras organizaciones político-militares y mucho menos si se trataba del ERP. Pero para los cubanos, una organización tan fuerte como esta, no podía quedar fuera de la nueva dirección unificada. En septiembre de 1980, la extraña muerte de Jovel soluciono el Impasse y el resto de dirigentes de la RN aceptaron la unificación, la DRU se convertía en el Fmln.

Así nació, el 10 de octubre de 1980, el Fmln (Frente Farabundo Martí para la liberación nacional) en el que se integraron en igualdad de condiciones  el Partido Comunista Salvadoreño (PCS), las Fuerzas Armadas de Liberación (FPL), la Resistencia Nacional (RN) y el Ejercito Revolucionario del Pueblo (FPL), en el siguiente mes de noviembre se sumo la mas novel de estas facciones terroristas, el Partido Revolucionario de los Trabajadores Centroamericanos (PRTC). El Fmln no se perfilo como unidad orgánica, sino que de carácter frentista, donde se plantearon solamente coordinaciones, acuerdos tácticos y operativos, dado que las facciones integrantes continuaban teniendo sus propias estructuras. Sin embargo el Fmln adopto una comandancia general integrada por un representante de cada una de las 5 organizaciones, esquema que operativamente rigió a la izquierda a lo largo de 12 años de conflicto, sin que la unificación real llegara nunca a existir.

Para infortunio de los salvadoreños, con la conformación de la estructura terrorista FMLN-FDR, dio inicio una agresión abierta contra la institucionalidad del país, y el primer ataque conjunto, que se conoció poco antes de su ejecución, fue la ofensiva final, llevada a cabo del 10 al 12 de enero de 1981, donde se recibió de Cuba y Nicaragua el primer respaldo cuantioso que ofreciera Fidel Castro. Dicho plan no tuvo éxito.

Seria imposible detallar completamente la frecuencia y la intensidad terrorista ejecutada por el Fmln en El Salvador, sin embargo quiero en esta oportunidad presentarles en video, la imagen de la destrucción y muerte a la que este grupo subversivo, sometió a nuestra patria, en aras de lograr establecer la dictadura del proletariado, sustituyendo el sistema capitalista por el marxista leninista.























*Videos Tcnel. José Luis Sol