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domingo, 31 de marzo de 2013

Perros Anti tanque Sovieticos






                  *Perro en entrenamiento contra un tanque soviético T-34





Uno de los usos mas crueles que han recibido estos nobles amigos del hombre ha sido el de los perros anti tanque, conocidos por los alemanes como die Panzerabwehrhunde (traducido literalmente del alemán al español: el perro anti tanque) o Hundenminen (perros-mina).

Fue un tipo de arma anti tanque soviética que estaba basada en el uso de perros condicionados y que fue usada durante la Segunda Guerra Mundial por el Ejército Rojo. Eran perros con explosivos adosados al lomo y entrenados para buscar comida bajo tanques y vehículos blindados enemigos tras haberles hecho pasar hambre. Haciendo esto, se accionaba un detonador (normalmente una pequeña palanca de madera), provocando una explosión y dañando o destruyendo el vehículo militar.

Los perros no eran alimentados durante unos días, y entonces se entrenaban para encontrar comida bajo un tanque, bajo el principio del reflejo condicionado de Pávlov (1849-1936). Los perros rápidamente aprendieron que el ser liberado de su redil significaba salir corriendo hacia un vehículo objetivo que estaba estacionado y encontrar comida. Ya estando satisfactoriamente entrenados, los perros eran cargados con 10 a 12 kg de potente explosivo aparejado en el lomo de estos, en la parte superior del aparejo sobresalía una espoleta de madera de 20 cm con forma de manija. Los perros eran soltados al momento de enfrentar una carga de tanques alemanes y los perros, que asociaban el ruido de un motor con comida, corrían a buscar su alimento bajo la silueta del tanque. Al meterse bajo estos, la espoleta de madera se plegaba y accionaba la carga bajo la carrocería enemiga (donde el blindaje era mas débil) produciendo una explosión que destruía o dañaba gravemente la unidad enemiga. El perro era eliminado por la deflagración. 

La raza de los pastores alemanes fueron los preferidos por el programa por sus capacidades físicas y la facilidad de entrenamiento, pero otras razas se utilizaron también.

La realización de este plan tuvo poco éxito y una de sus fallas es que habían sido entrenados usando tanques soviéticos, y se confundían a veces en la batalla, sólo para dar la vuelta y correr hacia los propios vehículos soviéticos. Otras veces, los perros se asustaban del ruido producido por los vehículos y escapaban.

Fueron un  problema para el cual los alemanes tuvieron que tomar medidas ya que la colocación de una ametralladora montada sobre la torreta del vehículo blindado resultó ineficaz debido al tamaño relativamente pequeño de los atacantes y al hecho de que estaban cercanos al suelo, eran rápidos y difíciles de ver. Finalmente, los alemanes comenzaron a usar lanzallamas montados en los tanques para desviar a los perros. Tuvieron mucho más éxito al disuadir los ataques, pero algunos perros no paraban ni por miedo al fuego ni a ser quemados. Adicionalmente, la infantería alemana tomo por costumbre el matar a todos los perros que encontraran en el camino, pueblo o ciudad soviética sin importar tamaño, raza o lugar donde los hallasen.

El entrenamiento de perros como auxiliares paramilitares estaba aprobado desde 1924 por el Consejo Militar Revolucionario; pero solo para tareas de ayuda en el campo de batalla (transporte de municiones, barrido de minas, transporte de medicamentos, comida, entre otros)  sin embargo, en 1935, fueron aprobados para el uso como perros antitanque. Al principio de la guerra en el este, el Ejercito Rojo disponía de unos 40,000 perros empleados en diferentes labores.


                                              *Perros en entrenamiento





En un principio los perros se entrenaron para ser recuperados, haciendo que el perro al llegar a su objetivo se despojara de un cinturón de explosivos bajo un tanque volviendo a su amo, para luego detonar la carga mediante el uso de cables o por medio de un temporizador. Un grupo de perros practico este método durante seis meses, pero los informes muestran que los perros no podían dominar la tarea, actuando correctamente solo contra un objetivo, pero se confundieron después de que el destino o ubicación se movió y volvía a menudo al operador con la bomba. Estas fallas llevaron a una simplificación y se adoptó la idea de destruirlo junto al tanque enemigo al momento de detonar la carga explosiva.



    *Imagen que explica en detalle las partes y ubicación de la carga explosiva





Durante la Operación Barbarroja en 1941, los soviéticos perdieron enormes cantidades de material de guerra y hombres debido a las rápidas y efectivas tácticas de la Wehrmacht que ocuparon en el espacio de pocas semanas una gran cantidad de territorio soviético, lo que obligó al alto mando soviético a aprobar el lanzamiento de los perros anti tanque con que contaban. Estos perros bomba fueron usados con escasa efectividad en las grandes batallas de tanques de Kiev, kárkov y Kursk e incluso en Stalingrado.
 
El primer grupo de perros anti tanque llegó a primera línea al final del verano de 1941, 30  perros y 40 entrenadores. Su despliegue revelo algunos problemas serios ya que con el fin de ahorrar combustible y munición, los perros habían sido entrenados en los tanques que permanecían inmóviles y sin disparar sus armas. En el campo, los perros se negaron a buscar debajo de los tanques en movimiento. Algunos perros persistentes corrían cerca de los tanques, en espera de que se detuvieran, lo que permitía que fueran alcanzados por los disparos de la tripulación de los tanques alemanes. Muchas veces ocurría que los perros, con su agudo sentido del olfato y acostumbrados al olor del diésel de los tanques rusos, rechazaban al tanque alemán que funcionaba a gasolina y entonces se volvían contra sus propios tanques; o bien se asustaban ante el movimiento de las máquinas y ametralladoras y se volvían contra quienes los habían enviado, lanzándose en las trincheras y con ello matando a sus operadores. Para prevenir esto, los soldados rusos al verlos correr hacia ellos se veían obligados a ejecutarlos.



                         *Perro anti tanque con su operador en el frente




Del primer grupo de 30 perros, sólo cuatro lograron detonar sus bombas cerca de los tanques alemanes, seis explotaron al regresar a las trincheras soviéticas, matando a sus propios soldados. Tres perros fueron liquidados por las tropas alemanas y se lo llevaron, a pesar de furiosos intentos  de los soviéticos para evitar esto, por que dio ejemplos del mecanismo de detonación a los alemanes. Un oficial alemán capturado más tarde informó que se enteraron del diseño del perro anti tanque por los animales muertos, y consideró que el programa era desesperado e ineficiente. Una campaña de propaganda alemana trató de desacreditar al Ejército Soviético, diciendo que los soldados soviéticos se negaban a luchar y enviaban perros en su lugar.

Según la propaganda soviética, los perros anti tanque tuvieron éxito supuestamente inutilizando unos 300 tanques alemanes, (el autor no ha podido encontrar información que compruebe este dato por lo cual debera ser tomado con cautela, ya que esta cifra es poco creíble e informacion más confiable limitan el éxito de esta arma a una treintena de tanques alemanes).

Sin embargo, existen éxitos individuales documentados del programa, pero el número de tanques dañados suelen ser de un poco más de una docena. Por ejemplo, en el frente de la División de Infantería 160 cerca Hlukhiv, seis perros habían dañado cinco tanques alemanes, cerca del aeropuerto de Stalingrado, perros anti tanque destruyeron 13 tanques. En la batalla de Kursk, 16 perros averiaron 12 tanques alemanes que habían roto las líneas soviéticas de defensa cerca de Tamarovka.

Su uso fue decreciendo rápidamente hacía 1944, en el final de la llamada Gran Guerra Patria y su uso se limitó al rastreo de minas y transporte de materiales.
El uso de perros con fines militares se eliminó definitivamente del armamento soviético en 1996.




                 Video que muestra a los perros anti tanques en el frente






*Imágenes Google