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jueves, 31 de julio de 2014

LA GUERRA DE MINAS EN EL SALVADOR 1980-1992




Antes dar pasó al tema de nuestro artículo, presentamos un breve preámbulo sobre en qué consiste una mina terrestre.



INTRODUCCIÓN

Una mina es <<un artificio explosivo, provisto de espoleta, que enterrado o camuflado, produce su explosión al ser activado por una persona, vehículo, etc. >>

Básicamente, una mina es una pieza hueca con una carga en su interior y un dispositivo detonador. De forma heterodoxa podría definirse como una caja que contiene explosivo y que estalla bajo la acción de la victima (presión, alivio de tensión, jalón o proximidad)

Cuando la mina va provista de un dispositivo anti remoción o anti desactivación, se conoce como trampa explosiva o caza bobos. Las minas se consideran armas convencionales, siempre y cuando su carga no sea química o nuclear.




EVOLUCIÓN HISTÓRICA

El término mina procede de una antigua técnica militar, la de excavar <<minas>>, una forma de atacar mediante la excavación de un túnel en las murallas del adversario,  para socavar los muros e introducirse en una fortaleza. La aparición de la pólvora introdujo una nueva variante: el extremo de la mina se llenaba de explosivo para luego volarlo. Esta práctica se generalizó tras el Renacimiento y se utilizó con profusión durante la Primera Guerra Mundial.

Sin embargo, los riesgos de esas operaciones y la aparición de los primeros tanques hicieron obsoleto el sistema. Así surgieron mecanismos destinados a poner fuera de combate a los nuevos vehículos: las minas contra carro o antitanques. Pero estas máquinas requerían la presión de varias toneladas para estallar, y por lo tanto podían ser desactivados con un mínimo riesgo para las personas. Como consecuencia pronto aparecieron las minas anti personal, diseñadas en principio para evitar la remoción de las minas contra carro. Si bien las minas antitanque actuales se diferencian poco de las producidas durante los años 20, las minas antipersonal se han convertido en dispositivos refinados y sutiles.


TIPOS DE MINAS

Las minas se clasifican de maneras diversas según determinados aspectos de su funcionamiento Así, existen minas contra carro y minas anti personal, aunque también se fabrican minas contra helicóptero. Las minas contra carro requieren la fuerza de unos 100 Kg para explotar, en tanto que las minas contra personal lo hacen con la de unos 7 Kg, pero las hay que se activan con 1 Kg.

Entre las minas anti personal, hay minas explosivas y minas de fragmentación. Si la fragmentación está calculada para que la metralla se dispare sobre un área determinada, se trata de minas de fragmentación dirigida. Un ejemplo de este tipo, es la mina M-18 o M-18A1, conocida como Claymore, cuya metralla (700 bolitas de acero) es proyectada al doble de la velocidad de una bala, en un arco de 60° de unos 2 m de altura. Su radio de acción es de unos 100 m, pero las esferas pueden alcanzar los 250 m. La altura en la que se produce la explosión condiciona la efectividad de los fragmentos arrojados y en el diseño de algunas minas se ha tenido en cuenta este criterio físico. Así, se fabrican minas que incluyen una carga de propulsión que las hace saltar entre 1 m y 2 m antes de explotar, son las minas de salto o saltarinas.

Una mina puede ser activada de muchas formas: presión, movimiento, sonido, magnetismo, jalon, alivio de tension o vibración. Las minas antipersonas suelen utilizar la presión del pie de una persona como disparador, pero también suelen usarse cables. Las minas anti carro más modernas usan un disparador magnético, que les permite ser detonadas incluso sin ser tocadas. Las minas más avanzadas pueden llegar a notar la diferencia entre tipos de vehículos amigos y enemigos a través de su propio catálogo de características. Esto podría, en teoría, permitir a las tropas amigas usar un área minada.

De los materiales con los que están fabricadas depende que sean detectables, en cuyo caso contienen un alto porcentaje de componentes metálicos; o indetectables, construidas básicamente con materiales como plástico o madera.

Los últimos avances técnicos han permitido la producción de minas con mecanismos de auto neutralización, que evitan el funcionamiento de la mina al cabo de un cierto tiempo. Hay minas que incluyen un dispositivo de autodestrucción mecánico, químico o eléctrico que las hace detonar tras un lapso determinado. En otras, el mecanismo de auto desactivación simplemente evita que la mina explote. Algunos modelos de minas eléctricas contienen una pequeña batería como fuente de energía. Cuando esta se agota, la mina queda desactivada. Este tipo de minas de última generación se conocen también como minas elegantes. Demás está decir que todos estos métodos de auto desactivación no siempre funcionan.

Las arriba mencionadas son minas de guerra; pero también existen minas de fogueo, minas falsas,  minas de enseñanza, etc.


CAMPOS DE MINAS

Por lo general, las minas no se colocan aisladas, sino que son varias las que se siembran en un área determinada. Habitualmente los ejércitos cuentan con reglamentos que establecen la disposición de las minas. Las zonas sembradas de minas se conocen como campos de minas y, según la clase utilizada, pueden ser de varios tipos. Así, hay campos de minas contra carro, aquellos que contienen principalmente minas de esa aplicación, aunque también pueden incluir algunas minas contra personal de fragmentación para obstaculizar la remoción de las primeras; campos de minas anti personal, que incluyen tanto minas de explosión como de fragmentación; y campos de minas mixtos, en los que se combinan minas contra carro y minas anti personal.

Además hay campos falsos o simulados, en los que se entierran trozos de metal, de madera, minas simuladas, etc., o simplemente se remueve la superficie para fingir el peligro.

Los campos de minas pueden tenderse manualmente. Este sistema, aunque lento (cada soldado sólo puede colocar varias por hora) es metódico y permite un registro exacto. El tendido también puede llevarse a cabo mediante vehículos, sembradoras de minas, que permiten emplazar varios centenares por hora. Finalmente, las minas pueden colocarse mediante lanzadores de minas, piezas de artillería o aeronaves. Las minas así sembradas se conocen como minas esparcibles o lanzadas a distancia. Técnicamente estos sistemas pueden instalar miles de minas por hora, pero operan generalmente durante períodos muy breves. Las minas lanzadas a distancia son las más difíciles de registrar y señalar.


FINALIDAD TÁCTICA

El objetivo principal de las minas es el de encauzar y retrasar la marcha del enemigo, <<pero ofrecen además la ventaja de causar víctimas. Esta capacidad inherente de causar víctimas también tiene un poderoso efecto desmoralizador en las fuerzas enemigas, que evitarán probablemente las zonas en que haya alguna posibilidad de encontrar minas>>.

Las minas se usan como defensa para impedir el acceso del enemigo a ciertas zonas, permiten que una fuerza organizada pueda superar a otra más numerosa haciendo que concentre su acción en áreas donde se le puede atacar eficazmente o para dificultar sus movimientos durante un ataque. En este sentido también pueden utilizarse para dificultar el aprovechamiento de recursos en zonas que van a ser abandonadas al enemigo (instalaciones, equipo, vías de comunicación, etc.). Además, pueden usarse para reforzar obstáculos naturales o artificiales. Por otro lado, las minas tienen carácter ofensivo cuando se utilizan para impedir que el enemigo atraviese una zona, para evitar su retirada o para obstaculizar el apoyo logístico.

En situaciones convencionales, las minas son parte integral de un plan militar combinado.


GUERRA DE MINAS DURANTE LA CAMPAÑA MILITAR 1980-1992.

Para el final de la guerra en El Salvador, el uso extensivo de minas terrestres, se había convertido para el FMLN en el medio principal para causar bajas a la Fuerza Armada. De un empleo muy limitado en los primeros años, los subversivos tornaron el uso de minas artesanales en un arte refinado a escala masiva.

El Salvador es un país densamente poblado, y el FMLN sabía  que el uso de minas a gran escala causaría un gran número de bajas civiles. A pesar de que su uso indiscriminado es prohibido por los Convenios de Ginebra y sus protocolos, los subversivos usaron la guerra de minas. En apariencia las directrices del FMLN ordenaban  a sus grupos terroristas tener cuidado y advertir a la población civil acerca del peligro cercano de las minas, esto solo fue esporádicamente realizado, ya que si los habitantes de las zonas minadas sabían del peligro, el ejército se enteraría, debido a que contaba con muchos simpatizantes entre ellos. Los subversivos aceptaron deliberadamente las bajas civiles para no permitir movimiento irrestricto a las fuerzas gubernamentales y que en la práctica significaría asumir bajas muy altas en sus propias filas. Por cada 2 soldados heridos o muertos por minas había un civil que sufría el mismo destino. Esto incluía hombres, mujeres y niños y después de más de 7 años del uso extensivo y cruel de las minas, el costo para la sociedad salvadoreña de rehabilitar y sostener a las víctimas, tanto soldados como civiles, fue extremadamente alto.

El uso masivo y extenso de las minas tuvo 3 propósitos: 1) para restringir los movimientos de la Fuerza Armada, especialmente en los sectores de persistencia  de los subversivos (Morazán, Chalatenango, volcán de Guazapa), 2) para afectar la moral del enemigo por medio del desgaste sufrido y 3) para infligir un alto número de bajas en las tropas gubernamentales pero a la vez significando un bajo costo para las fuerzas propias.

El FMLN comenzó a experimentar con el uso masivo de minas a principios de 1985. Existían dos tipos de campos minados, los que ellos llamaban tácticos y los permanentes.

Los campos minados tácticos eran establecidos para una acción específica, hacia donde las tropas de las Fuerza Armada serian atraídas. Los campos minados permanentes eran construidos para su uso a largo plazo alrededor de ubicaciones tácticas o estratégicas importantes, como áreas de persistencia, alrededor de campamentos, depósitos logísticos o puestos de mando.

Había varios métodos usados con los campos minados tácticos. Uno de ellos era en el uso en emboscadas. El FMLN reconoció temprano en la guerra el valor del uso de las minas, pero más como un arma auxiliar a utilizar en acciones específicas, como incrementar su poder de fuego en las emboscadas, ataques, como trampas caza bobos, etc.

1984 y 1985 fueron años de apogeo para la Fuerza Armada de El Salvador. Los Estados Unidos comenzaron a enviar no solo suficiente ayuda al ejército para defenderse, sino que suficiente para realizar operaciones de armas combinadas. La ayuda permitió aumentar el ejército a más de 50000 hombres, reequiparlo y entrenarlo completamente. Esto permitió a la Fuerza Aérea de El salvador obtener una dotación de hasta 60 helicópteros de transporte y varios aviones de combate. Esto le dio al ejército una movilidad desconocida hasta ese momento. Con todo esto, la Fuerza Armada comenzó  a infligir una serie de derrotas al FMLN, y que llevo a una severa disminución de sus combatientes.

Se convirtió en impracticable para los subversivos, moverse en grandes números ya que eran inmediatamente avistados y atacados con aviación y tropas aerotransportadas. Ante esto el FMLN adopto la <<guerra de dispersión estratégica>> que era básicamente el abandono de la guerra de movimientos por la guerra de guerrillas, y fue en esta nueva etapa en que los subversivos utilizaron el uso de minas antipersonales.

Frecuentemente, el ejército, localizaba unidades de subversivos iniciando la persecución de estos, con la intención de cercarlos y proceder luego a su destrucción. La Fuerza Armada disfruto de mucho éxito utilizando esta táctica durante las diferentes ofensivas realizadas en el marco de la operación <<Fénix>>. Esencialmente las unidades militares empujarían a los subversivos hacia zonas de muerte preseleccionadas, donde otra unidad habría establecido una emboscada conjuntamente con unidades de artillería y fuerza aérea. Los subversivos sufrieron severas pérdidas durante estas operaciones y comenzaron a tomar contramedidas.

Se dieron cuenta que si podían poner distancia de varios minutos entre ellos y las unidades del ejército perseguidoras, podrían montar un campo minado improvisado. Entonces la unidad perseguidora caería en la trampa, accionando las minas y sufriendo muchas bajas, lo que provocaría que el esfuerzo del ejército se concentrara en las tareas de evacuación de los muertos y heridos en lugar de destruir a los subversivos. De esta manera evitarían caer en  el cerco de la Fuerza Armada.

La solución aplicada a esto por el ejército, fue siempre mantener una constante presión y el contacto contra la unidad terrorista perseguida. Si por alguna razón perdían contacto, o se interrumpía la persecución, esta se reanudaba tomando otra dirección por la cual aproximarse a la unidad que huía, en lugar de seguir directamente el rastro.

En respuesta a esto, el FMLN  desarrollo una contramedida. En lugar de dejar campos minados en su camino, sus unidades automáticamente establecían áreas minadas sobre sus rutas de retirada. Si eran perseguidos, ellos intentaban dirigir al ejército hacía estas áreas a través de rutas determinadas con antelación. Entonces una unidad del ejército que observara los movimientos de los terroristas en el terreno y sin pausa,  los seguiría confiadamente hacia la trampa.

Además, a fin de atraer al personal del ejército a terrenos minados, utilizaban equipos de 3 a 5 subversivos, de los cuales 2 disparaban mientras que los demás minaban su ruta de avance o las alturas próximas, y al avanzar la tropa hacia ellos, huían del lugar esperando  que las minas hicieran su trabajo. Denominaban esta táctica <<minado con señuelo>>.

Al descubrir el eje de avance de las unidades del ejército, dejaban subversivos rezagados a fin de que se colocaran a retaguardia de estas unidades y poder informar a terroristas adelantados sobre la dirección del avance, logrando con esto facilitar la colocación de artefactos explosivos en la dirección de ataque. Al retardar el avance del ejército, ganaban tiempo para ex filtrar a sus mandos  del área de operaciones.

Otro método común era el de establecer una emboscada con minas establecidas no en la zona de muerte, sino más bien en las posibles rutas de retirada. Cuando una unidad del ejército caía en la emboscada, el fuego seria dirigido contra el enemigo cortando todas las rutas de escape, menos la que estaba minada. La idea era forzar a la unidad del ejército a pasar por esta ruta, causándole más bajas. Entonces, si la unidad emboscada estaba seriamente maltrecha, los subversivos podrían maniobrar e intentar destruirla.

Más destructivas para el ejército eran los campos minados permanentes. Unidades movilizándose a través de áreas de persistencia de los subversivos podían esperar encontrar minados cualquier lugar que pudieran utilizar para descansar, alimentarse, protegerse o  reabastecerse de agua. También las posibles rutas de aproximación a los campamentos terroristas o a alguna de sus unidades junto con sus alrededores estaban minadas.

El FMLN mino virtualmente cada camino, sendero, vereda en las zonas más conflictivas.  Usualmente estas minas seguían un patrón en zigzag, y al centro del camino, aunque también lo hacían a 5-10 metros a ambos lados de los caminos vecinales. Estos eran frecuentemente minadas donde había poca vegetación que ayudaba a ocultar los cables y las placas de presión. El ejército sufrió más bajas por minas en estas áreas que por cualquier otro tipo de campo minado permanente.

El FMLN usaba minas diseñadas primordialmente para herir, más que para matar al enemigo. Estas son conocidas como minas <<quita pie>>. La idea detrás de este tipo de explosivo, era que una fuerza enemiga perdía más efectividad atendiendo a sus heridos que a sus muertos. El cálculo era que por cada herido, la fuerza enemiga perdía dos o más miembros tratándolo, mientras que si se le causaba un muerto, este era la única baja de la unidad.

Los diferentes tipos de minas <<quita pie>> en el inventario del FMLN podían ser de pateo, o las activadas por medio de alambre, entre otras. Otro tipo de mina usada en carreteras, senderos y caminos era la mina de abanico o claymore casera, tambien llamada <<rayo de la muerte>> activada por circuito eléctrico y que podía ser detonada a distancia. Casi tan efectiva como su similar producida en USA, era hecha en madera y llena de explosivos y metralla. En las emboscadas en carreteras era a menudo acompañada por un artefacto explosivo conocido como mina vietnamita.

Esta tenia forma parecida a una mina anti tanque, y era usada contra camiones de transporte o vehículos blindados de transporte de personal. Podía ser identificada por un embudo en la parte superior de la mina y uno a un lado, podía detonarse a presión o a distancia.

Algunos de los lugares más usados por los subversivos para colocar estas minas, eran las rutas obligadas y los falsos para ganado (una especie de puerta en los cercos rurales). En las zonas conflictivas había muchos pastizales abandonados y las minas eran colocadas a un lado de estos falsos, siendo activadas por alambre o presión.

Debido al terreno montañoso en el departamento de Chalatenango, había lugares donde el paso solo era posible por un solo punto. Estos eran por lo general profundos precipicios, donde las unidades del ejército no tenían otra alternativa más que pasar y casi siempre estaban minados. Ya que estas áreas eran encajonadas, el efecto de las esquirlas al explotar era feroz. Aquí el objetivo de los subversivos era no solo herir, sino matar tantos soldados como le fuera posible en una sola explosión. Para ello utilizaban minas de abanico activadas por alambre.

Adicionalmente el FMLN también minaba elevaciones importantes. En los combates en terrenos irregulares, estas características del terreno eran puntos críticos. También la Fuerza Armada utilizaba estas alturas como puntos de observación,  para proporcionar apoyo de fuego y como posiciones defensivas. Durante las operaciones del ejército, los subversivos usarían estas posiciones elevadas para contener su avance por corto tiempo,  y darle así espacio al grueso de sus fuerzas para retirarse del área. Como regla general, el ejército podía esperar que cada elevación estuviera minada, especialmente aquellas con posiciones subversivas establecidas en las laderas. También eran minadas las zonas donde  helicópteros podían descender para evacuar heridos o abastecer a las unidades del ejército.

Las posiciones de combate abandonadas eran ideales para ser minadas. El FMLN sabía que las tropas del ejército tomarían estas para resguardarse, ya fuera como una medida de seguridad rutinaria durante un alto en los combates o para establecer ellos mismos una posición durante la noche. Además, los subversivos utilizaban las trampas <<caza bobos>>, colocadas en fusiles M 16,  radios PRC 77 abandonados, radio transistores, puertas de casas, ventanas, alfombras, muebles, cuadros, teléfonos, refrigeradores, pancartas, bidones plásticos, carteras, libros gruesos, linternas de mano, entre otros. Los subversivos también utilizaron minas incendiarias de corcholatas para atentar directamente contra escolares, así como también minas en pachas de bebe, que eran abandonadas en caminos cerca de poblaciones, causando lesiones en los infantes.

Los terroristas persistieron en el uso de las minas durante toda la guerra, prefiriendo colocarlas en los lugares donde la Fuerza Armada realizaba sus desplazamientos, ya fuera efectuando operaciones, patrullajes o relevos rutinarios en lugares tales como: Caminos vecinales, quebradas, vaguadas, trincheras abandonadas, barricadas y pancartas, campamentos abandonados, zonas boscosas ideales para vivac, entrada de tatús o cuevas, obstáculos naturales, posibles zonas de desembarco, cadáveres abandonados de los propios terroristas, armas, equipo, víveres, trincheras ubicadas en posiciones elevadas, alrededor de árboles frutales, copas de árboles contra medios aéreos, nacimientos y fuentes de obtención de agua.
Para la identificación de sus propios campos de minas, el FMLN utilizaba, a no menos de 2 metros, una serie de referencias fijas tales como:

·       Un árbol
·       Una roca grande
·       Piedras colocadas en hileras
·       Promontorios de hierbas (verde o seca) colocados a intervalos
·       Cuerdas colocadas en puertas o falsos
·       Un paredón
·       Objetos tales como: latas vacías, pedazos de tela o plásticos que les permitían encontrar con facilidad las minas en caso de no ser activadas por soldados de la Fuerza Armada y así utilizarlas posteriormente.
·       También colocaban una pequeña estaca verde pelada y erguida en el lugar donde se encontraba la carga de las baterías, removiendo todo lo que se pueda confundir con esta señal. También usaban una piedra de la misma manera, removiendo cualquier otra.
·       Cualquier marca, objeto o señal extraños a la naturaleza

Los terroristas del FMLN, con el paso de la guerra, trataron de emplear de mejor manera el material explosivo, haciendo uso de el contra objetivos fijos y en movimiento. Para aumentar la cantidad de bajas en el ejército y reducir sus errores en la utilización de emboscadas a vehículos, las realizaban con dos minas de abanico colocadas una cerca de la otra conectadas en serie.

Estos abanicos (de diferentes tamaños) y minas acumulativas de activación directa eran utilizadas en emboscadas diurnas así como en contactos casuales con los patrullajes realizados el día siguiente en la zona. Las detonaciones de estas podían ejecutarse por medio de sistemas de control como un tiraflector o un sistema eléctrico.

Durante una operación militar en el área de El Paisnal, jurisdicción de Guazapa, departamento de San Salvador, en noviembre de 1988, el batallón de infantería de reacción inmediata BIRI <<Atlacatl>>  incauto 1400 minas <<quita pie>>, 42 minas para derribar postes, 22 minas anti tanque  y 17 fusiles AR 15, constituyéndose en el decomiso más grande de esta mortífera arma en la guerra.

El FMLN llevo también a cabo una campaña de propaganda destinada al personal de tropa de la Fuerza Armada, en cuanto a las bajas por el uso intensivo de <<la guerra de minas>> que estaban realizando para lograr la deserción de los efectivos militares, ya que buena parte de las bajas del ejercito eran causadas por efecto de las minas y trampas explosivas.

El uso que la Fuerza Armada de El Salvador  hizo de las minas terrestres fue muchísimo más limitado, ya que se utilizaron principalmente en orden defensivo, para proteger las instalaciones fijas y sus perímetros, utilizándose ofensivamente únicamente en emboscadas donde su detonación era controlada a voluntad por un soldado.





**Propaganda destinada al personal de tropa de la Fuerza Armada, en un afán por lograr la deserción de los efectivos militares  como resultado del uso intensivo de la guerra de minas.






CONCLUSIONES

Si bien no es posible tener plena confianza en la precisión de las cifras de víctimas, está claro que el número de civiles heridos por minas fue muy alto. Según las estadísticas compiladas por los gobiernos de El Salvador y Estados Unidos que se centraron en las víctimas de minas civiles atribuidos al FMLN, en 1986, la tasa de lesiones a civiles fue de al menos 19 a 25 incidentes por mes, y los heridos militares fue de entre 64 a 125 por mes. Parece que el porcentaje de bajas militares causadas por las minas terrestres se incrementó de un 45% en 1985, a cerca de 65% en 1986, hasta llegar a un 80% en 1987. Al finalizar la guerra, solo la Fuerza Armada de El Salvador tuvo mas de 5000 amputados, victimas de estos artefactos explosivos.

Se estima que hay 20.000 minas no removidas en El Salvador, ya que la tarea se dio por concluida en 1993, la mayoría de las cuales están inactivas, debido a que son de la variedad casera, las cuales se basan en el uso de baterías comerciales para estallar, y las baterías por el contacto con la humedad de la tierra,  ya no tienen carga suficiente para activar la mina.

El Salvador firmó el Tratado de Prohibición de las Minas el 4 de diciembre de 1997, lo ratificó el27 de enero de 1999, y se convirtió en un Estado Parte el 1 de julio de 1999 (Tratado de Ottawa). Completó la destrucción de sus existencias de minas antipersonal en febrero de 2003 (7,549 unidades).

Existe un problema residual con los restos explosivos de guerra (REG) en el país ya que entre 1999 y 2008, Monitor de Minas Terrestres identificó 63 accidentes relacionados con minas y REG (12 muertos, 26 lesionados y 25 con efectos desconocidos). Como no existe un mecanismo detallado para recabar información sobre accidentes relacionados con minas y REG, es probable que hayan sucedido otros accidentes; en 2004, por ejemplo, se registraron <<varios>> accidentes, pero la cantidad exacta se desconoce.  Entre 1999 y 2008, se identificó la ocurrencia de accidentes por medio de los reportes de los medios, la Policía Nacional Civil y el Consejo Nacional de Atención Integral a las Personas con Discapacidad (CONAIPD). El último reporte confirmado oficialmente de un accidente relacionado con minas fue en 1994. A finales de 2007, El Salvador informó que había <<por lo menos 3,142>> accidentes en la base de datos del Fondo de Protección de Lisiados y Discapacitados a Consecuencia del Conflicto Armado. Para el 28 de noviembre de 2008 se había registrado un total de 14,068 personas lesionadas por la guerra (supervivientes de minas y REG). No fue posible para el autor encontrar más datos en fecha posterior al año 2008.

Estas cifras nos llevan a reflexionar acerca del enorme costo humano que tuvo para nuestra patria el accionar terrorista del FMLN en su lucha por alcanzar el poder por la vía armada.




GRAFICOS DE MINAS TERRESTRES DESARROLLADAS POR EL FMLN.

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1-    La mina se activa al pararse en ella.
2-    La carga propulsora impulsa la mina hacia el final del cable enrollado que sirve como iniciador.
3-    Estalla la carga principal de la mina esparciendo la metralla.




**Esta mina era fabricada en una pequeña lata de jamón  y es accionada al patear una capsula de vidrio con ácido muriático, la que al quebrarse encendiendo una llama que hacia estallar el explosivo. La composición de este artefacto podía ser de clorato y aluminio o nitrato de amonio.








**Esta mina, también de fabricación casera, estaba hecha con lamina, madera, plástico PVC, jeringa desechable, fulminante, material explosivo, cloratita y ácido sulfúrico.
Se encontraban semi enterradas, cubiertas con papel, hojas, zacate o algún material liviano para que no se activaran por si sola.
Al retirarle la jeringa quedaba neutralizada, pero esto debía realizarse con cuidado para que el ácido sulfúrico en la jeringa no tuviera contacto accidental con la cloratita y provocara la explosión.




**Era utilizada para minar veredas y áreas que circundaban los campamentos terroristas.






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**Mina incendiaria compuesta por pólvora negra, un fulminante pirotécnico y dos corcholatas  de bebidas gaseosas.  Utilizada por los subversivos contra escolares en la ciudad de Soyapango, eran colocadas frente a centros de enseñanza y provocaba una intensa llama durante 3 a 5 segundos, tiempo suficiente para causar heridas serias a un adulto y más graves aun en un niño.


** Taller clandestino de fabricación de minas, puede apreciarse la gran cantidad de artefactos explosivos que se producían y las diferentes configuraciones que estos poseían.




**En la siguiente secuencia fotográfica puede observarse una mina de abanico artesanal, decomisada a grupos subversivos en  1983 en el área general de la Guacamaya, departamento de Morazán, junto con un taller de reparación de armamento. Puede apreciarse  que la mina es detonada bajo tierra, por personal militar, logrando aun así ocasionar una potente explosión. Esto puede darle una idea al lector acerca de la fuerza de la detonación de esta mina al paso de tropas o vehículos en la superficie.
















**VICTIMAS DE LA GUERRA DE MINAS EN EL SALVADOR
(CIVILES Y MILITARES)


















 **Victimas durante los primeros años del uso de artefactos explosivos a escala masiva (hasta el 31 de agosto de 1987)



***ARTEFACTOS EXPLOSIVOS DEL FMLN

Las fotografías mostradas a continuación nos fueron gentilmente proporcionadas por el teniente coronel José Luis Sol, veterano de la Campaña Militar 1980-1992,  quien durante operaciones con el batallón de infantería de reacción inmediata <<Atlacatl>> hizo contacto con estas minas, afortunadamente activándose solo el detonador  y  no la carga explosiva. 















Mina pateada en Cantón y Caserío San Laureano en proximidades a San Jose Guayabal y el Cerro de Guazapa un 05 de febrero de 1990. 

Típica mina quita pie del FMLN. Esta mina fue fabricada en un tubo de PVC de 2 ½ pulgadas de ancho y 5 cms de alto, era accionada al patear una capsula de vidrio con ácido muriático, la que al quebrarse encendiendo una llama que hacia estallar la capsula detonante de tipo aneléctrica y el explosivo. La composición de este artefacto es clorato y aluminio en polvo (aun visible en esta mina) 




Mina pateada en Finca San Francisco, norte del volcán de San Salvador el día 24 de septiembre de 1990.- 

Esta mina fue fabricada en un tubo de PVC de 3 ½ pulgadas de ancho y 10 cms de alto, era accionada al pararse en ella, cerrando con esto el circuito y activando así la capsula detonante de tipo eléctrica y esta a su vez explosivo base que era TNT granulado. Al interior podemos apreciar la batería envuelta en cinta aislante color rojo, así mismo, trozos de varilla de hierro de 1/8 de pulgada eran colocados envueltos en tirro los cuales servían de metralla. La misión de esta mina no solo era el amputar los miembros inferiores a la víctima, sino que matarla con la metralla.









**Zonas minadas en la Republica de El Salvador para 1992.
Estas áreas no excluyen la existencia de  más artefactos explosivos  en otros sectores del país a esa fecha.

Vídeos del uso de las minas en El Salvador por el FMLN



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*David Spencer
**Archivo del autor

***Tte. Cnel. José Luis Sol















jueves, 3 de julio de 2014

Crímenes Comunistas en El Salvador: Asesinato del coronel Choto y su familia.



Coronel Carlos Alfredo Choto (autor)





El 16 de Noviembre de 1980 en un acto de barbarie y violación a los derechos humanos, grupos terroristas del FMLN asesinaron en su residencia al coronel Carlos Alfredo Choto, quien se desempeñaba como comandante del Servicio Territorial, a su esposa, Enma de Choto y a sus hijos Ángel Choto de 15 años y la niña Sonia Elizabeth de 11. La noche de ese domingo como a las 22 horas, un grupo de alrededor de 20 sujetos sitió la casa del Coronel Choto ubicada sobre la calle principal #39 de la colonia Montefresco, San Antonio Abad, atacando con armas de fuego desde diferentes ángulos, mientras gritaban consignas subversivas conminando al oficial a rendirse.

El cnel. Choto hizo frente con mucho heroísmo a los atacantes, habiendo asegurado a su familia en el baño interior de la vivienda, y pese a la superioridad numérica, combatió durante casi una hora pero al terminarse su munición, los subversivos pudieron finalmente matar al oficial, que quedó tendido en la sala de su casa.  Estos al no poder sacar a la esposa del cnel. Choto ni a sus hijos del cuarto de baño, procedieron cruelmente a incendiar la residencia. Sus restos fueron luego encontrados abrazados y carbonizados. A consecuencia de dicho incidente fue capturado por la Policía Nacional José Riquelni Méndez Méndez, miembro de las FARN, agrupación del FMLN; que también resultó quemado, habiendo confesado ante periodistas haber tomado parte en el asalto.




Momento en que son retirados los cadáveres de la familia Choto 
(foto La Prensa Gráfica)




Terrorista José Riquelmi Méndez Méndez, miembro de las FARN capturado por su participación en el asesinato del cnel. Choto y su familia. 
(foto El Diario de Hoy)







Esquela mortuoria de la Fuerza Armada que apareció en los periódicos de mayor circulación. (El Diario de Hoy)