*Hans Conrad Schumann saltando sobre el alambre de púas a
Berlín Occidental el 15 de agosto de 1961.
|
Hans Conrad Schumann (nacido el 28 de marzo de 1942 en
Leutewitzh, cerca de Riesa; muerto el 20 de junio de 1998 en Oberemmendorf,
cerca de Kipfenberg) fue el primer desertor de la República Democrática
Alemana (RDA) una vez empezada la construcción del Muro de Berlín. Su fuga es,
además, una de las más conocidas.
Schumann sirvió como soldado en el Nationale Volksarmee (Ejército
Popular Nacional). Después de tres meses de entrenamiento en Dresde, fue
destinado a una academia de suboficiales en Potsdam, tras lo cual sirvió como
voluntario en Berlín Oriental.
El 15 de agosto de 1961, con 19 años, estaba como centinela
en el Muro de Berlín, el cual se encontraba en su tercer día de construcción,
en el cruce de Ruppinerstraße con Bernauerstraße. En esta etapa, el Muro no era
más que una pequeña valla alambrada. Aprovechando su oportunidad, Schumann
saltó la alambrada, tras lo cual fue alejado a toda velocidad en un coche de
policía de la República Federal Alemana (RFA). Su huida fue capturada por el
fotógrafo Peter Leibing, y la imagen se convirtió en una de las más famosas de
la Guerra Fría.
Más tarde se le permitió viajar desde Berlín Occidental al
resto del territorio de la Alemania Occidental, donde se estableció en Baviera.
Conoció a su esposa Kunigunde en la ciudad de Günzburg.
Como para muchos de los demás fugitivos, los comienzos no
habían sido fáciles para él en la Alemania occidental. La fugaz notoriedad que
le dio su gesto no le sirvió ni para ganar dinero ni para encontrar trabajo
estable. Y cuando en 1989 la caída definitiva del Muro lo volvió a colocar, por
un momento, en el centro de las crónicas, Schumann admitió que había caído en
el alcohol durante una decena de años. Había trabajado como enfermero, como
albañil y como obrero. Desde hacía 20 años trabajaba en la fábrica Audi en
Ingolstadt.
**Escultura en Bernauer Straße, representando el momento de
su escape.
|
Schumann concedió una entrevista al Corriere della Sera de
Italia. Su recuerdo de aquel mes de agosto se mantenía aún nítido y emocionado,
Las fotografías de su carrera de 100 metros permanecían indelebles en su
memoria y hablaba de aquel momento como “un sueño” y revivía “la angustia, la
mente en blanco, obsesionada con un sólo pensamiento, no morir allí, corriendo”.
Recordaba las caras de incredulidad de sus compañeros y de los espectadores del
lado occidental, las lágrimas de la llegada y las palmadas en la espalda de los
militares americanos.
Jamás, ni siquiera en los momentos más difíciles de su vida
en el Oeste, Schumann se había arrepentido de su opción. “Todavía estoy
orgulloso de lo que hice”, decía en aquella entrevista. “No tenía otra
posibilidad, aunque es verdad que corrí un gran peligro y rompí todos los
puentes con mi pasado. Perdí a mi familia, a mis amigos, el trabajo, todo”.
Schumann resistió incluso muchas presiones que le habían hecho para que
volviese. Resistió sobre todo a las cartas de sus padres, que le imploraban que
regresase. “Hice bien. En aquel momento no lo sabía, pero después de la
reunificación descubrí que aquellas cartas las escribían al dictado de la Stasi”.
Sólo volvió al Este, a su Sajonia, en 1989. “Al volver descubrí que mi gesto
nunca fue aprobado por algunos. Hay todavía parientes y viejos amigos que no me
quieren hablar”.
Tras la caída del Muro de Berlín, comentó: "Sólo desde
el 9 de noviembre de 1989 [la fecha de la caída] me he sentido realmente
libre". Pero incluso así, continuó sintiéndose más en casa en Baviera que
en su lugar de nacimiento, debido a viejas desavenencias con sus antiguos compañeros.
Incluso seguía dudando acerca de visitar a sus padres y hermanos en Sajonia. El
20 de junio de 1998, padeciendo una depresión, se ahorcó cerca de la ciudad de
Kipfenberg, en la Alta Baviera.
En el siguiente video se puede ver la escena de la defección.
* Peter
Leibing
**Jotquadrat***Google Images