** Crucero de batalla Scharnhorst
A pesar de que hasta entonces los buques alemanes no habían sufrido
el menor daño con estos ataques, el mando de la Kriegsmarine, temeroso de
perderlos y pensando, por otro lado, en la posibilidad de utilizarlos en aguas
escandinavas, decidió jugarse el todo por el todo reincorporándolos a sus bases
alemanas, tras remontar todo el canal de la Mancha en una travesía de 600
millas que, por tener que realizarse ante los propios ojos de la poderosa flota
británica y de la siempre atenta RAF, aparentemente tenia mas de suicidio que
de operación lógica. Ante la perentoria necesidad de prevenir estos peligros, surgió
entonces la llamada operación Cerberus cuyas bases eran la sorpresa, el secreto
y principalmente el montaje de una potente y constante protección aérea a los
buques alemanes mientras durase su viaje.
Bajo el mando del entonces coronel Galland, esta
sombrilla aérea fue constituida por las reforzadas alas de caza n° 2 y n° 26,
que reunían 252 aparatos Bf 109 y Fw 190, a las que se asigno la misión de
cubrir por sectores preestablecidos toda la zona del canal. Pero se dispuso además,
que otra masa de cazas estableciese un permanente servicio de relevos sobre los
buques en marcha, de forma tal que siempre hubiesen 32 de ellos sobrevolándolos
tanto en a grandes altitudes como en vuelo rasante. Por ultimo en sus aeródromos
cercanos al canal quedo alertada un ala de bombardeo para atacar inmediatamente
a la flota británica en cuanto esta hiciese acto de presencia.
Los Comandantes:
**Erich Raeder
Gran
Almirante, Jefe Supremo de la Kriegsmarine
(1876-1960)
**Almirante Otto Ciliax, comandante
de la agrupación.
(1891-1964)
** Kurt-Cäsar
Hoffmann
Vicealmirante,
comandante del Scharnhorst
(1895-1988)
***Otto
Fein
Contraalmirante,
comandante del Gneisenau
(1895-1953)
***Helmuth
Brinkmann
Vicealmirante,
comandante del Prinz Eugen
(1895-1983)
**Erich A.
Bey
Contraalmirante,
comandante del grupo de destructores que dio cobertura a la operación.
(1898-1943)
* El entonces coronel Galland, quien
comando las fuerzas de la Luftwaffe encargadas de la protección de los navíos.
(1912-1996)
A las 2200 horas del 11 de febrero de 1942, los 3 buques
pesados alemanes, acompañados por 7 destructores, esto era, toda la agrupación al
mando del almirante Ciliax (1891-1946), se hicieron sigilosamente a la mar,
precisamente en momentos en que la RAF efectuaba sobre Brest su habitual incursión.
La noche entera pasó sin incidentes y a las 0830 horas de la mañana siguiente,
cuando comenzaba a clarear, los cazas diurnos relevaban a los nocturnos, cuando
ya la agrupación naval ha recorrido unas 280 millas (519 kms).
Los ingleses ignoraban todavía la salida de los buques
alemanes, a pesar de que la estación de radar de Newhaven había detectado un
movimiento extraordinario de aviones enemigos, y que las normales patrullas aéreas
de reconocimiento británicas habían comenzado su servicio habitual. A las 1000
horas las estaciones radar del litoral meridional de Inglaterra registraron dos
hechos muy diferentes: de un lado una
fuerte interferencia que atribuyeron a causas atmosféricas, cuando en realidad
eran perturbaciones artificiales hechas a propósito por las estaciones alemanas
y por el otro, la detección de buques enemigos que, bajo protección aérea navegaban
por el canal, sin embargo, esta ultima no provoco ninguna reacción pues se
interpreto como una operación enemiga local y de segundo orden.
A las 1030 horas los acontecimientos se precipitaron ya que
actuando independientemente una patrulla de reconocimiento de la RAF y dos
Spitfire que habían salido en vuelo de entrenamiento, se encontraron de repente
con la agrupación naval, eludiendo como pudieron la activa caza alemana,
regresaron a sus bases (todos los aviones de la RAF tenían estrictamente prohibido
el uso de la radio) y dieron la alarma general.
La reacción británica fue escasa y tardía quizás porque nadie
esperaba en modo alguno que pidiera producirse el osado movimiento alemán. A las
1100 horas cuando los buques alemanes llevaban mas de 13 horas de navegación solo
se presento una escuadrilla de 6 aviones torpederos del tipo Swordfish con la
escasa compañía de 10 Spitfire , justamente cuando las baterías costeras de Dover
se dieron cuenta que por muy poco, los buques alemanes estaban ya fuera de su
alcance.
Los atacantes se dirigieron a los buques e inmediatamente
fueron atacados por todos lados, primero por la caza enemiga y luego por la
potente artillería antiaérea de los navíos. A pesar de que todos ellos estaban
ya alcanzados, averiados o incendiados, ninguno de los Swordfish modifico su
curso y los 6 fueron derribados sucesivamente. Por esta acción le fue concedida
al teniente de navío E. Esmonde (1909-1942) a titulo póstumo, la Cruz Victoria,
la más alta condecoración británica. Por su parte el diario de guerra alemán comento
así el hecho: “el ataque minúsculo de un puñado de vetustos aeroplanos
pilotados por hombres cuya bravura superaba la de cualquier otra acción de una
y otra parte”.
A partir de estos momentos la batalla aérea entre los cazas
se generalizo, si bien no se concreto ninguna acción agresiva contra los buques
hasta las 1600 horas momento en el que aparecieron 16 aviones torpederos Beaufort
del Coastal Command y su ataque no produjo daño alguno a los navíos alemanes y en cambio 5 aviones británicos fueron
derribados.
En las ultimas horas de la tarde, ya con escasa luz y poca
visibilidad, los bombarderos pesados del bomber command probaron fortuna,
aunque en varias oleadas fueron 242 los aviones que buscaron los buques
enemigos, solo una fracción de estos (tipo Wellington, Blenheim y Whirlwind) consiguieron localizarlos y atacarlos, sin
causarles ningún daño.
Estos fueron los últimos intentos británicos, pasada la media
noche la agrupación del almirante Ciliax, que paradójicamente sufrió daños
cuando ya estaba en aguas propias, al chocar el Scharnhorst y Gneisenau contra
varias minas, anclo entre aclamaciones en su base de Wilhelmshaven, terminando
triunfalmente la travesía.
Mientras en Alemania el regocijo era inmenso, en Inglaterra,
el conocimiento de esta operación, produjo un amargo estupor, desde el jefe del
gobierno al último ciudadano se preguntaban como había podido ocurrir tal cosa
en sus narices, bajo el alcance de los poderosos acorazados británicos, el
times escribió “desde el siglo XVII no había ocurrido nada mas mortificante
para el orgullo del poderío naval británico”
Indudablemente la razón del éxito alemán fue exclusivamente
obra de la perfecta actuación de la Luftwaffe, (Galland comento al termino de
la operación: “estamos tremendamente agotados pero inmensamente satisfechos”)
que se basto por si sola para anular todas las posibles reacciones enemigas.
Las perdidas totales fueron 18 cazas alemanes y 42 aviones
ingleses (26 bombarderos y torpederos y 16 cazas).
Bajas Alemanas: 36 muertos y 2 heridos.
Bajas Inglesas: 40 muertos y 21 heridos.
*Archivo del autor
**Bundesarchive
***Wehrmacht History 1939-1945
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