Translate

lunes, 31 de marzo de 2014

El ocaso del Acorazado.




A lo largo de un siglo fue la esencia de las grandes armadas y lo más deseado para las menores. Sin embargo al comenzar la Segunda Guerra Mundial había motivos para entender que era tecnología ya superada. Solo la ceguera de los almirantazgos aferrados a la tradición y sin inclinación a aceptar la innovación, condujo a los acorazados a su esperada destrucción.

*El Dreadnought marco el punto de inflexión entre el acorazado tradicional y el definitivo.





Si hay que proponer una definición de acorazado, la nuestra tiene dos criterios superpuestos, aplicados al buque de combate en su momento tecnológico: el mayor calibre en su artillería principal y el blindaje más grueso posible. Teóricamente, se consideraba el único barco de guerra capaz de destruir a otro acorazado y al mismo tiempo indestructible para cualquier otra nave, salvo otro de sus pares, un concepto que lo resolvía todo, dueño del mar de manera decisiva. Si una flota no contaba con uno, era costera y de segunda categoría.

Ahora viene la pregunta obligada: porque se hacían también cruceros, destructores y otros barcos menores? Simple, porque el poder decisivo del acorazado resultaba prohibitivo de construir, y aun mas de dotar y mantener. Por ello solo estaba al alcance de las grandes potencias e incluso para estas representaba un desperdicio emplearlo en todas las funciones, muchas de las cuales realizaban barcos mas económicos.

*Acorazado ruso Poltava de 1916



Con la excepción de los pequeños acorazados de defensa costera o monitores, el incremento en el calibre obligaba a un aumento del casco, que se aprovechaba para aplicarle un blindaje mayor, en una carrera por aumentar ambos criterios anteriormente mencionados: calibre de artillería y blindaje, en aras de obtener un bote capaz de perforar el blindaje de todos los enemigos impidiendo al mismo tiempo su destrucción. La competencia proporciono naves cada vez más onerosas.

Si su carácter fue decisivo e invulnerable durante buena parte del siglo XIX, fueron surgiendo otras armas que ponían en cuestión su invencibilidad aunque los almirantazgos, cegados por la grandiosidad de sus buques, tardaron demasiado en ver las nuevas amenazas. Ninguna de aquellas teorías que sacralizaban los acorazados como invulnerables y decisivos tomó en cuenta alternativas a la artillería y que eran capaces de hundir sus buques.

**Acorazado alemán Bismarck disparando su batería principal durante la Batalla del estrecho de Dinamarca en mayo de 1941.



La primera de ellas fue el torpedo, que llevaba mas explosivos que el mayor proyectil de artillería naval y que a diferencia de este, podía ser disparado de un barco menor, a menudo insignificante respecto a su adversario acorazado (torpedero, destructor, lancha rápida o submarino) e incluso mas tarde desde un avión. Y aunque no era fácil acercarse al blanco tampoco era un obstáculo imposible de lograr y entre ambas guerras mundiales tenemos varios ejemplos de la destrucción de acorazados a manos de medios mucho más pequeños y económicos.

En sus primeras décadas de vida, los entusiastas de los acorazados vieron en el avión como un valioso auxiliar de observación, incapaz de causar con sus bombas diminutas el más mínimo daño al poderoso buque de batalla. Su tradicionalismo les impidió ver el crecimiento de la aviación, que iba rápidamente adquiriendo capacidades de carga mayores que lo convertirían en una amenaza real.

*El Yamato durante sus pruebas




Su limitado alcance fue superado haciéndolo operar desde plataformas navales y aun así muchos estados mayores mantuvieron su ceguera, aferrados a la gloria de sus acorazados: durante la Segunda Guerra Mundial solo 3 marinas (Reino Unido, Estados Unidos y Japón) usaron portaaviones. Aun con esto a su favor, jamás renunciaron a sus acorazados sino más bien fueron los mayores usuarios de estos hasta que comprobaron en su propia piel que habían perdido su invulnerabilidad.

Muchos ilusos creyeron que los horrores sin precedentes de la Primera Guerra Mundial supondrían la abolición de todas las guerras. No era esa la visión de estados mayores y gobiernos que, no cancelaron ni los acorazados en construcción ni desarmaron los que se encontraban operativos  al momento del armisticio. El Tratado de Washington de 1922 implico una limitación efectiva a la persistente carrera armamentista naval y concretamente en referencia a los acorazados, se detuvo su construcción en todo el mundo durante casi 15 años.

*El Nagato en 1944





Como consecuencia directa, dos tercios de los acorazados que alcanzaron la Segunda Guerra Mundial se habían construido durante la Primera Guerra Mundial o en los años siguientes. El tercio restante abarca a los mayores y más poderosos acorazados de la historia, pero los mas activos entre ellos, puestos en grada (construyéndose)  por Italia y Alemania en 1934-1935, tenían la pretensión de aparentar cumplir con aquel tratado en su limitación de desplazamiento estándar a las 35000 toneladas. En este análisis solo consideraremos a 7 potencias usuarias de acorazados durante la Segunda Guerra Mundial y que totalizaron 72 barcos de esta clase.

Les presentamos un pequeño resumen de los acorazados que participaron en la Segunda Guerra Mundial:





El cuadro anterior muestra los dos tercios de acorazados nacidos en los años que rodean la Primera Guerra Mundial: franceses, italianos y rusos desplazaban entre 23500 y 29500 toneladas. Los demás, norteamericanos, británicos y japoneses oscilaban entre las 30500 y las 39500, cruceros de batalla incluidos con la excepción del británico Hood de 48500.

Los 4 botes Kongo japoneses se diseñaron y realizaron como cruceros de batalla pero entre los años 1927-1932 y 1933-1940 dos sucesivas reconstrucciones incrementaron no solo sus dimensiones sino también su potencia y blindaje, siendo considerados luego como auténticos acorazados.



Otra muy profunda reconstrucción afecto a 4 acorazados italianos, 2 de la serie Giulio Cesare y 2 Caio Duilio, iniciados antes de la Primera Guerra Mundial  pero modificados entre 1933-1940 pasando de tener 13 piezas de 305 mm. A 10 de 320 mm. Y mejorados en el casco, propulsión y artillería que los pusieron al día.

El tratado de Washington era muy estricto en cuanto a las condiciones en las cuales se autorizaba la construcción de nuevos acorazados que forzosamente tenían que mandar al desarme de aquellos que sustituían. Al Reino Unido se le permitió construir la pareja Nelson y Rodney desde 1922, debido  a que antes de la construcción de estos la Royal Navy no había agotado el límite de calibre. Sin embargo para atenerse estrictamente  al máximo de 35000 toneladas el diseño tuvo que concentrar absurdamente toda la artillería pesada a proa y esto a costa de perder muchos ángulos de tiro.



Durante la Segunda Guerra Mundial proliferaron los cruceros de batalla, sustitutos del acorazado. Incumplían el segundo criterio que mencionamos anteriormente, el blindaje, ya que se trataba de buques con el mayor poder de fuego posible pero con blindaje reducido lo que lo hacia barato y aumentaba su velocidad. Entre ellos el ejemplo mas representativo, el tristemente celebre británico Hood.

Poco antes de la Segunda Guerra Mundial y durante ella, tres armadas construyeron parejas de sustitutos del acorazado. El Dunkerque y Strasbourg franceses, Scharnhorst y Gneisenau  alemanes y los Alaska y Guam norteamericanos.
Poner cuadro 3



La prisa que las potencias tenían por construir acorazados en los años inmediatamente anteriores al conflicto es prueba evidente que se consideraba la guerra inevitable.

Cada potencia naval diseña un tipo de súper acorazado en esos años, los Richelieu, King George V, Vittorio Veneto y las series norteamericanas North Carolina y South Dakota oscilan entre las 42000 y 49000 toneladas, los Bismark alemanes  en la gama de las 53500 toneladas y los monstruos de la clase Yamato alcanzan las 73000 y son los únicos con artillería de 18 pulgadas. Además de los antes mencionados hubo proyectos aun mayores  (todos con artillería de 406 mm) que no superaron la fase de diseño o bien se cancelaron con la obra en grada:

Estados Unidos: 5 Montana de 70500 toneladas y 12 cañones principales.
Alemania: 6 tipo H39 de 63000 toneladas y 8 cañones.
Unión Soviética: 4 Sovietskiy Soiuz o Proiekt 23 de 65000 toneladas y 9 cañones.
Reino Unido: 4 Lion de 46000 toneladas y 9 cañones.

El tercer Reich también proyecto la construcción de acorazados aun más gigantescos, los H41 y sucesivos con calibres de 420 mm, 480 mm, etc. Siguiendo la línea de los artefactos gigantes, el proyecto H44 con 141000 toneladas y 8 cañones de 508 mm. Menos ambicioso era el proyecto japonés A 150 con desplazamiento y casco similar a los Yamato pero con 6 cañones de 510 mm. Dos ejemplares se iniciaron pero fueron cancelados al darse cuenta los nipones que los acorazados eran ya poco decisivos y desistieron de construir el 4° barco de la serie Yamato, el 3° lo convirtieron en el portaaviones Shinano .

*El HMS Vanguard fue un acorazado británico construido durante la Segunda Guerra Mundial y puesto en comisión tras el fin del conflicto. Fue único en su clase, también el más grande, el más rápido y el último dreadnought de la Real Armada Británica, además del último acorazado construido en el mundo.




De los 3 Richelieu el último, Clemenceau, jamás se termino, pero el Jean Bart se acabó en 1955. Los francés pusieron en línea el primer acorazado de la historia (la Gloire) en 1860 y con el Jean Bart el ultimo, que fue mal negocio: estuvo activo tan solo dos años y dos meses, pasando en 1957 a la resera y ser dado de baja en 1970. También los británicos acabaron en 1946 su acorazado Vanguard que fue iniciado durante la guerra y aprovechaba artillería remanente de la Primera Guerra Mundial y que termino siendo desechado en 1960.


*Interpretación de un artista de un acorazado de la clase H








*Wikipedia
**BundesArchive
***FDS