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jueves, 4 de septiembre de 2014

LA OFENSIVA AÉREA SOBRE POLONIA

La conquista de Polonia por los alemanes comenzó el día 1 de septiembre de 1939 y concluyó con la capitulación de Polonia, el día 27 del mismo mes. Cronológicamente, pues, constituyó la primera campaña de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Las fuerzas en presencia fueron las siguientes:

ALEMANIA: Las fuerzas de superficie estuvieron constituidas por 2 grupos de ejércitos. El grupo de ejércitos del Norte (Generaloberst von Bock) con base de partida en Prusia Oriental y Pomerania; el grupo de ejércitos del Sur (Generaloberst von Rundstedt) con base de partida en Silesia y Bohemia-Moravia. La aportación aérea corría a cargo de dos flotas aéreas: La Luftflotte 1 (general Kesselring) y la Luftflotte 4 (general Löhr). Entre ambos sumaban alrededor de 1.600 aviones, de los cuales unos 650 eran de bombardeo medio (He111, Do17 y Ju88), 220 Ju87 (Stuka), 210 de caza (Bf109 y Bf110) y 475 de transporte (en su mayoría Ju52). Puesto que, al menos al principio, la guerra se iba a desarrollar en la proximidad de las fronteras alemanas, también fue movilizada para esta campaña la reserva de caza (216 aviones en total) a cuyo cargo corría la defensa aérea del territorio oriental de Alemania. Sin embargo, al no realizar la aviación polaca ninguna incursión sobre la zona alemana, estas unidades no llegaron a actuar. 


*Ejes del avance alemán durante la invasión de Polonia





**Formación de Bf 109, aparato que llevo la parte del león en la obtención de la superioridad aérea sobre Polonia.


**Caza pesado Bf 110,  en la fotografía en su configuración de caza nocturno de largo alcance. Aparato extremadamente versátil como caza y como avión de ataque a tierra.




**Formación del legendario Ju 87 <<Stuka>>, el más importante avión de ataque en picado de la Segunda Guerra Mundial. La cooperación entre este aparato y blindados se convirtió en sinónimo de la Blitzkrieg y se transformó en un recuerdo inolvidable para quienes escucharon sus sirenas al entrar en descenso para bombardear sus objetivos. 


**Bombardero medio Ju 88 






POLONIA: El ejército polaco de superficie, bajo el mando supremo del mariscal Rydz-Smigly, estaba organizado en 3 grupos de ejércitos situados inicialmente en las zonas de Cracovia, Lodz y Posen. Su plan estratégico se basaba en una postura esencialmente defensiva. Las fuerzas aéreas polacas sumaban alrededor de 1.400 aviones. Sin embargo, sólo unos 800 de ellos tenían cierta capacidad operativa y aun de éstos últimos solamente la mitad podía considerarse que tenían una plena eficiencia de combate. Orgánicamente, estaban integradas en 8 regimientos (además de 10 escuadrillas de la aviación naval) parte de los cuales formaban respectivamente la brigada de caza y la brigada de bombardeo, que eran las unidades más selectas de la aviación polaca. Los aviones polacos más corrientes eran los PZL 11 y P7 A de caza, los P23 y PZL 37 de bombardeo y los RWD8, R XIII y RWD 14 de reconocimiento y apoyo táctico. Las operaciones se caracterizaron por dos aspectos diferentes: uno, la rápida conquista del dominio aéreo por la Luftwaffe alemana; otro, la irresistible penetración en territorio polaco de las unidades terrestres germanas.


***El  PZL P.7 era el aparato principal de la fuerza de caza polaca durante la guerra.



***Avión caza polaco PZL 11 



***Bombardero polaco PZL 37





***El PZL 23 fue el principal bombardero y avión de reconocimiento polaco empleado durante la Invasión de Polonia.




***Avión de entrenamiento  RWD 8, usado en la guerra para efectuar reconocimientos y ataque ligero a tierra.




La lucha por el dominio aéreo se desarrolló en la doble forma (que luego se haría clásica), de aniquilar a la aviación enemiga tanto en combate en el aire como mediante masivos ataques contra sus bases aéreas y centros de producción aeronáutica. Desde el primer día de operaciones, la Luftwaffe atacó intensamente todas las bases aéreas polacas destruyendo a un gran número de aviones estacionados en las mismas. 

Asimismo fueron duramente atacados los más importantes complejos aeronáuticos; tanto fue así que, tras los tres primeros días de operaciones, los nueve principales centros industriales aeronáuticos polacos trabajaban a un 30 % de su rendimiento habitual, en tanto que el más importante de todos ellos (las fábricas PZL), el día 4 estaba ya virtualmente destruida. La penetración en por tierra constituyó la inauguración del nuevo sistema bélico de la Blitzkrieg (guerra relámpago) que tantos éxitos iba a proporcionar a Alemania durante los tres primeros años de la Segunda Guerra Mundial. 

En esencia, consistía en un arrollador avance de las unidades acorazadas y mecanizadas, magistralmente apoyadas por la aviación a través de una íntima y bien coordinada cooperación aeroterrestre, en la que el binomio «avión / carro de combate» constituía una unidad táctica de elevadísimo rendimiento. El desarrollo operacional de la campaña se caracterizó por la continua irrupción de las fuerzas alemanas, arrollando la resistencia polaca, según múltiples ejes de avance que acabaron por coincidir en las zonas de Brest-Litowsk, Varsovia y Przemysl. 

La ciudad de Cracovia cayó en poder de los alemanes el día 6 de septiembre, lo que forzó al mando polaco a jugar su última baza en la batalla del Bzura (entre el 8 y 17 de este mes) en la que la entrada en juego de todas las reservas polacas puso en repentinas y temporalmente serias dificultades a las fuerzas alemanas. El grave problema fue solventado por los alemanes gracias a la actuación intensiva de la Luftwaffe, la cual contribuyó en grado sumo a la aniquilación de las 20 divisiones polacas (unos 200.000 hombres) que encarnaban las últimas posibilidades polacas. Después de la batalla del Bzura, la resistencia polaca se derrumbó de golpe, hecho al que contribuyó sobremanera la invasión de Polonia oriental por el ejército soviético, efectuada (de acuerdo con el gobierno alemán), a partir del día 17 de septiembre. 

El día 21 Varsovia era sitiada por los alemanes y sometida a fuertes bombardeos de la artillería y la aviación. Por último, el día 27, con la capitulación de Varsovia, concluyó la resistencia polaca y los alemanes ocuparon toda la parte occidental de Polonia, en tanto que los rusos hicieron lo propio con la zona oriental. Además de cuanto queda expresado, la guerra aérea se caracterizó por la indudable superioridad de la Luftwaffe, la cual barrió del cielo a su oponente a pesar de la bravura de los pilotos polacos. La lucha aérea se redujo al intento polaco del día 4 de septiembre, en el que la brigada de bombardeo se empleó a la desesperada para detener la irrupción de las unidades acorazadas alemanas.

Los resultados sólo fueron temporalmente satisfactorios y en cambio las pérdidas polacas ascendieron a más del 50% de los aviones atacantes. Asimismo, por parte polaca, cabe destacar la cerrada defensa que los aviadores efectuaron del cielo de Varsovia, ciudad que la Luftwaffe bombardeó sistemáticamente (aunque al principio con muy reducidos efectivos) desde el primer día de las hostilidades. En estos combates aéreos (los mayores de toda la campaña), la Luftwaffe sufrió la mayor parte de sus pérdidas. Por parte de la Luftwaffe cabe destacar el sistemático castigo desencadenado durante las tres primeras jornadas de la guerra contra todas las redes de comunicación enemigas. Debe mencionarse el hecho de que, en estos ataques, el mando alemán se abstuvo cuidadosamente de causar daño alguno a aquellas vías que poco después pensaba utilizar en beneficio del avance de sus fuerzas terrestres.

A partir del día 8 la aviación polaca cesó prácticamente de luchar en forma organizada (salvo en la defensa de Varsovia) como consecuencia de la extremada y creciente penuria de repuestos y combustible. Atacada en sus bases más orientales por la aviación soviética (a partir del día 17), optó, en la medida que pudo, por refugiarse en la vecina Rumania. De esta manera pudieron ser salvados 116 aviones, muchos de cuyos pilotos se integrarían después en las fuerzas aéreas francesas y, principalmente, en la RAF británica. Desde el punto de vista histórico, cabe destacar el bombardeo aéreo de Varsovia efectuado el día 25 de septiembre por unos 400 aviones alemanes, los cuales lanzaron alrededor de 630 toneladas de explosivos. Este bombardeo puede considerarse como el primer gran bombardeo aéreo de la historia realizado contra una ciudad de primera categoría. 

EL BALANCE GENERAL de pérdidas aéreas fue el siguiente: La aviación polaca sufrió la pérdida de unos 665 aviones (de ellos 333 en combate y 332 destruidos en el suelo o capturados por los alemanes y rusos). Por su parte, la Luftwaffe perdió 285 aviones en combate, más otros 279 dados de baja definitivamente a causa del alto grado de las averías sufridas. Asimismo, la Luftwaffe tuvo 513 muertos o desaparecidos, un 85 % de los mismos entre las tripulaciones de vuelo. La gravedad de las pérdidas alemanas demuestra claramente la inusitada resistencia opuesta por los aviadores polacos, que si bien defendieron su patria con denuedo, no fue suficiente para detener a la nueva maquinaria militar germana.














*Archivo del autor
**Bundesarchive
***Wikipedia